Páginas

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Vampira

Me temo que me he convertido en una vampira (¿o quizá vampiresa?).
Duermo todo el día, con las persianas bajadas, las cortinas cerradas.
Cuando empieza a anochecer, mis ojos se abren poco a poco, me desperezo mientras mis gatos vienen a saludarme, estiro mis músculos adormecidos como una gata. Y salgo a la calle, muerta de hambre. Buscando sangre fresca con que saciar mi apetito. Pocas veces la encuentro. Últimamente me he vuelto muy exigente con la sangre que me apetece probar.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta vampira. Vampiresa me suena a vulgar señorita hollywoodense...

Anónimo dijo...

jajaja,me parto... es que sangres y sangres, leches y leches, jaja...

bog

Anónimo dijo...

jajaja,me parto... es que hay sangres y sangres, leches y leches, jaja...