—¿Dónde?—replica ella.
—¿Qué?
—Enséñamelo...¿dónde está ese amor?...no lo siento, ni lo toco, no lo noto. Lo oigo, oigo palabras, pero no me sirven de nada tus palabras vacías...
(Fragmento de diálogo de "Closer")
Estos días que me está dando tanto por meditar (a la fuerza, no tengo otra cosa que hacer), me ha dado por pensar en el amor y en su falta. Y una y otra vez me venía a la cabeza este diálogo de película. Que cada cual saque sus conclusiones, yo ya saqué las mías.
8 comentarios:
LINDO LO Q ESCRIBISTE!! EL AMOE EXISTE TENES Q BUSCARLO NADA MAS!!
PASNDO LO ENCONTRE Y ME GUSTO!!
TE DJ EL MIO PR Q PASES CND KIERAS
www.nadasoloyo.blogspot.com
SALUDITOSS..
PD:A MI TMBN ME GUSTAN MCH LOS GATITOS!!
Muchas gracias y sé bienvenida.
besos
Te felicito por este post en particular. Sin lugar a dudas está entre uno de mis favoritos.
Aunque nos hayamos distanciado, me imagino que será el camino que hemos elegido; aunque no te lo creas te sigo muy de cerca, en la sombra de esos post "álgidos" y en los que acaricias la melancolía.
Un beso.
Rubén, bienvenido de nuevo, se te echaba de menos. Gracias por tu comentario :-)
Nunca me fue difícil saber qué palabras estaban vacías y cuáles no. Supongo que es porque algunas palabras no se dejan acariciar. Y ésas, son mentira.
Ay, yvi, que tu comentario es tan acertado como siempre, pero no acabo de entender lo de que hay palabras que no se dejan acariciar, explícamelo, porfa...
Son palabras que, cuando te acercas a ellas, cuando quieres tomarlas en tus manos y profundizar, hacen un movimiento brusco, se ponen a la defensiva, te miran con recelo... No se dejan acariciar. Temen que las puedas coger y extraerles a besos su significado. Cuando las palabras son ciertas, no temen desnudarse, no temen ser cuestionadas. Básicamente, no temen.
Uff, Yvi, creo que tu conocimiento sobre las palabras es más profundo que el mío. A menudo las palabras se me quedan tan cortas para expresar lo que una siente... Tendrás que darme una clase para distinguir las palabras ciertas de las que no lo son.
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