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lunes, 19 de enero de 2009

Inundación

Salgo de tu coche, cierro la puerta con cuidado. Cruzo la calle desierta. Saco las llaves del bolso, abro el portal, las luces se encienden mágicamente, subo los cinco escalones, abro la puerta de mi casa con un ligero temblor de manos. Mi gato sale a recibirme y no le hago ni caso. Dejo las llaves en un cestillo, dejo el bolso colgado, me quito el abrigo. Siento frío.
(sigue...)

Enciendo la calefacción, enciendo la tele, enciendo la radio, cuanto más ruido mejor, para no estar a solas con mis pensamientos. Me quito los zapatos, me quito el jersey de pico, me quito los pantalones marrones, me pongo la bata de pirineo, me quito el maquillaje cuidadosamente frente al espejo. Me siento delante del televisor, en mi sofá verde. Los ojos fijos. Las manos quietas. No oigo lo que dicen. El gato se restriega contra mi pierna. Enciendo el portátil. Miro la pantalla. Sigo sin ver nada. Nada de lo que veo me interesa.

Estoy paralizada. Espesas capas de hielo y escarcha me rodean. Agujas de hielo se clavan en mis ojos. Cuando se derriten, los ríos comienzan a manar. Incontenibles. Mis manos se mojan, mi bata se empapa, y va escurriendo sobre el sofá, y cae al suelo, y nace un charco, que va creciendo, y se extiende por toda la casa. Cuando veo pasar flotando el cubo de la basura y al gato sobre su cesta, maullando lastimero, navegando por en medio del salón, decido que ya es hora de llamar a los bomberos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

seguro que el gato se puso a salvo, ¡del agua!... y el corazón también debería hacerlo.

Anónimo dijo...

El micro es soberbio, AliceCat.

Sólo espero que la inundación se quede al filo de la realidad, de puertas afuera. Que a los gatos no les gusta el agua, salvo que caiga en hilillo del grifo.

Besos secantes.

visbruji dijo...

Lo mejor que hace un gato es escabullirse para ponerse a salvo. Nada con todas tus fuerzas hasta la orilla, para secar al sol la angustia, para enterrar la tristeza entre cardos y raíces secas. Sonríe al sol mientras acaricias el lomo de tu gato.

Alicia dijo...

Los gatos son animales sabios, ciertamente. Deberíamos imitarlos más a menudo...
besos