¿Qué hacer cuando todo empieza a ir mal... de nuevo?
¿Qué ha pasado?, ¿qué hizo que todo se estropeara?
¿La luna menguante, alguna estrella maléfica, un mal de ojo?
¿Mi gato Cluny paseando su negro pelaje por delante mío?
Algo ha debido ser. Algo que no entiendo.
De nuevo rocé la felicidad con la punta de los dedos... y se escapó a la velocidad de la luz.
Mi maldición vuelve de nuevo...
3 comentarios:
Conozco bien esa sensación. Tras meses viviendo con ella descubrí que el autor de la maldición era yo mismo, que me negaba siempre la felicidad por sentimiento de culpa...
las maldiciones solo se aprecian cuando se llega a ellas, no cuando se viven.
dichosa tu por rozar la felicidad.
yvi, eso del sentimiento de culpa me suena familiar...y también existen las profecías autocumplidas.
cleindori, quizá el secreto de la felicidad está en rozarla y no llegar nunca a disfrutarla plenamente
besos
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