Cómo duele cuando es tan profundo y cómo motiva a su vez...
cómo buscamos la escapatoria con el raciocinio y las palabras al calor que se tatúa en nuestro cuerpo y nuestra mente, llenándonos de deseo...
y qué indescriptible es ese ardor a su vez...porque traspasa y es único, y ni siquiera podemos explicarlo... sin embargo, somos víctimas de ese encierro incompartible, deleitándonos con lo que nos produce.
El deseo es agónico...por suerte, o por desgracia.
Coincido con Truk, que me precede en los comentarios, que "ni falta que hace" es quizás una postura demasiado contundente. Yo la pondría en duda. Besos, Andrés.
4 comentarios:
¿Porqué no se lo dices? Igual es mucho más aconsejable que los dos estuvierais contentos ... que ninguno. Es sólo una opinión práctica ..
Cómo duele cuando es tan profundo y cómo motiva a su vez...
cómo buscamos la escapatoria con el raciocinio y las palabras al calor que se tatúa en nuestro cuerpo y nuestra mente, llenándonos de deseo...
y qué indescriptible es ese ardor a su vez...porque traspasa y es único, y ni siquiera podemos explicarlo...
sin embargo, somos víctimas de ese encierro incompartible, deleitándonos con lo que nos produce.
El deseo es agónico...por suerte, o por desgracia.
Un besito desde los charcos.
Coincido con Truk, que me precede en los comentarios, que "ni falta que hace" es quizás una postura demasiado contundente. Yo la pondría en duda. Besos, Andrés.
No es tan sencillo, os lo aseguro...
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