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lunes, 13 de octubre de 2008

Dulce pájaro de juventud

Una de las películas más destacadas de Paul. Trata sobre amores imposibles (además de otros temás) pero sin embargo acaba bien. Llevo toda la tarde viendo películas sobre amores imposibles que acaban bien. O sea, cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia. Los amores imposibles no acaban bien por propia definición. Son imposibles. Y lo que es imposible, no puede ser, ¿verdad? Pero son los que más nos atraen, nos cautivan, nos hacen soñar.

(sigue...)

Últimamente he pensando mucho en el amor y en quién nos enamoramos y en quién no. Algunas personas tienen la mala costumbre de enamorarse de quien no deben. Es decir, de quien no les conviene. ¿Y por qué no les conviene? Porque les harán sufrir. Dicen que a las mujeres les gustan los chicos malos y a los hombres las chicas malas (entiéndase el término "malo" como muy amplio, muy genérico, pero creo que ya sabéis a qué me refiero). Creo que el dicho tiene parte de razón.
Hace unos días, me dio por comerme la cabeza con otra chorrada de las mías: en el trabajo, bueno, voy cambiando de empresa y no le doy mayor importancia, no me va mal del todo; de casa, también he cambiado algunas veces y lo veo normal, y la que tengo ahora no es un palacio pero ya es mi hogar (aunque necesita unas cuantas reformas); de coche también he cambiado y tengo uno pequeñito pero matón que me lleva a donde quiero; pero... ¿por qué me agobia tanto el tema de la pareja? ¿por qué necesito saber si el chico que conocí el año pasado, o este, o el que conoceré el año que viene será el definitivo?¿por qué necesito saber el cuándo? ¿ y qué coño es ser el definitivo? ¿el que me dé todo lo que necesito? ¿del que me enamore perdidamente, como en las películas, y que a pesar de ser un amor imposible todo salga bien? ¿el que se enamore perdidamente de mí, a pesar de mis defectos? ¿aquel que me dure más de unos pocos meses? ¿con quien tenga hijos (no creo)? ¿con quien tenga algún proyecto en común? ¿con quien pueda llegar a vivir juntos?
Me cogí la cabeza entre las manos, dándole vueltas a todas esas preguntas, y cada vez me agobiaba más. Me dio por llorar. Necesitaba una respuesta, pero era imposible encontrarla, y en vista de mis historias pasadas, mi conclusión fue que nunca encontraría a ese chico especial... Puede que exista, pero seguramente haré todo lo posible para no encontrarle... La maldición de las profecías autocumplidas una vez más.

6 comentarios:

Maurus dijo...

Yo creo que es normal tu preocupación por el tema de la pareja. Hay gente que dice darle igual (nunca he sabido si eso es cierto o quieren aparentar determinado rol), pero yo comparto contigo esos pensamientos e intranquilidades. A mí tmabién me torturaban en los periodos que no tenía pareja. Algo me hacía pensar que mi vida, en esos momentos, sería "Operación conseguir pareja".

Supongo que responde un poco también, de forma inconsciente, a la natural conservación de la especie y a la natural búsqueda de la expansión de nuestros genes. Sé que esto no es muy romántico, pero creo que algo de ello hay.

No sé, quizá también depende de como seamos cada uno y, normalmente, queremos sentir que hay alguien a nuestro lado con quien compartir los buenos y los malos momentos.

Cuando la meta se consigue, el torturador efluvio de sentimientos cede en buena parte (si no nos volveríamos locos) y la curva ascendente se vuelve más plana. Los sentimientos no se pierden, sólo se normalizan e interiorizan. Desaparecen los príncipes y los castillos que habíamos forjado en nuestra imaginación; esos que ahora tanto nos torturan con su irealidad, la cual, por absortos, ahora no percibimos.

No creo que debamos obsesionarnos con el tema de la pareja; yo creo que el corazón nos engaña e impulsa a ello. No es imprescindible tener pareja ya mismo y solo puede acarrearnos precipitación y, muchas veces, mala elección.

Todo esto es, por supuesto, fácil escribirlo, pero ardúo y oscuro de llevar a la práctica.

Bueno, no quiero aburrirte ya más con elucubraciones que quizás escapen al alcance de un comentario de blog.

Anónimo dijo...

Respecto a la búsqueda de pareja hay una creencia popular que no deja de ser cachonda: cuando buscas, no viene, cuando no buscas, llega. Así que hay que fingir desinterés cuando se tiene. ¿Hay algo de real? Creo que sí. Cuando parecemos necesitados de cariño, atraemos menos a la gente. Nadie quiere acercarse a un hambriento de cariño. Queremos acercarnos a alguien que nos necesita a nosotros, no a cualquiera...

Puff... qué rollo he soltao. Pero m'he quedao a gusto! :)

Alicia dijo...

maurus, lo que cuentas no escapa ni mucho menos al alcance de mi blog, que está abierto a toda clase de comentarios.
Sobre lo de los genes y su necesidad de reproducirse, creo que ya lo comenté en otra entrada. Estoy completamente de acuerdo.
Pero ignoremos a los genes por un momento. ¿Realmente necesitamos una pareja?¿una pareja estable o varias esporádicas? ¿en cada persona es diferente esta necesidad? ¿por qué parece que para algunas personas es más fácil encontrar pareja?¿somos totalmente responsables de nuestra dificultad para encontrar pareja o el ambiente también influye?
No es imprescindible tener pareja, por supuesto, pero yo al menos necesito tenerla. Creo que quien dice que lo mismo le da y que lo que surja miente descaradamente. Lo que está claro es que no hay que obsesionarse.

yvi, me temo que tienes toda la razón del mundo; cuando no he buscado pareja estable, sino solo rolletes, me llegó la pareja estable. Pero aún asi me salió mal. Y aunque pretenda que no me importa, que no me interesa una relación,no puedo fingir, no puedo ocultar que en el fondo necesito una pareja, que necesito enamorarme y darme por completo a la otra persona, y que la otra persona me dé también a mí. Y no puedo ocultarlo. Eso quizá asusta a los hombres. Pero yo no sé darme la vuelta como un calcetín... Y no sé entregarme a medias. Solo lo puedo hacer del todo, con todas las consecuencias, y quizá eso asuste...

Alicia dijo...

yvi, eso de fingir desinterés ya lo había oído antes.
Pero, ¿cómo se consigue? sobre todo si es una persona que no sabe fingir y que muestra en su cara, en sus gestos y en sus palabras lo que desea, lo que siente. No sé fingir, nunca lo he sabido. Lo de necesitar cariño, creo que nos pasa a todos. ¿Cómo se puede fingir que no necesitas cariño?
Ay, me temo que tendré que volver al país de las maravillas para ver si allí me entienden mejor... O tendré que ir a algún curso de hipocresía para no ser tan transparente...

Maurus dijo...

No creo que sea necesario dar un curso de hiprocresía, ya lo es bastante el sistema en que vivimos y se necesitan personas que necesiten y den cariño, que no sepan fingir y que muestren en su cara, en sus gestos y en sus palabras lo que desean, lo que sienten...

Todo iría mucho mejor...

Un abrazo,

-Maurus

Alicia dijo...

maurus, gracias por tus palabras....

yvi, se me ocurre otra cosa que comentar a lo que has dicho antes: no creo necesitar a cualquiera; si me bastara cualquiera, no estaría sola o casi sola; es fácil encontrar a cualquiera; yo necesito a "alguien" en particular; que no sé si ya he encontrado, si lo encontraré algún día o si nunca lo encontraré...