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domingo, 13 de abril de 2008

La Tienda


- Buenos días. Quiero unas tenazas para sacar espinas del corazón.

- Muy buenos. ¿Está segura de que la espina está en el corazón?

- Pues sí, segura, la noto con total claridad. Que las tenazas sean de madera, por favor.

- Tendré que ir a ver si me quedan. ¿De qué tipo es la espina?

- Es una espina por desamor.

- Bien, ¿y es grande? ¿a qué profundidad está?

- Muy grande no es, eso es lo malo, que no se ve fácilmente, pero está bien agarrada y bastante honda.

- Voy al almacén a buscarlas.

- Bien. Le espero.

- Pues se me han acabado. Tendré que encargarlas. Pero he encontrado estos alicates y estas pinzas de plástico. Quizá le sirvan.

- Los alicates no me sirven, son metálicos y fríos y ya bastante sensible tengo el corazón. Por eso quería unas tenazas de madera. Las pinzas podrían valer, si la espina no estuviera tan agarrada y profunda.

- Pues lo siento, es todo lo que tengo.

- No se preocupe, miraré en otra tienda.

- También puede aprender a vivir con la espina. Mucha gente lo consigue.

- Tiene razón. Puede que lo haga. Muchas gracias por todo.

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