Me pongo el casco, me subo a tu moto verde, me agarro a tu cintura, arrancas con un rugido, me llevas volando sobre el asfalto, el aire se clava en mi cara y mis manos, el vértigo me marea, mi corazón estalla, el mundo pasa borroso, me río como si estuviera borracha.
En media hora he vivido medio siglo. "Carpe diem", me vuelvo a repetir.
3 comentarios:
no tiene descripción sentir la velocidad, es un sensación única ¿verdad?
Me encanta la conexión entre las imágenes y los textos... realmente, tu estilo :)
Una sensación única, sin duda (y muy fría con la que está cayendo).
Gracias, Yvi, eres un sol :-)
(ah, no pude hacer lo que me dijiste, sorry...;-))
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