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martes, 24 de junio de 2008
Dormir, tal vez soñar
Debería irme a dormir, acostarme entre mis sábanas y cerrar los ojos y no pensar y soñar con los angelitos. Pero no soy capaz. Estoy inspirada (será la noche de San Juan, será el diluvio que viene); y me resisto como una jabata a irme a dormir. Pero mis ojos que me pesan me están convenciendo de lo contrario. La premonición de un desagradable despertador que suena por la mañana temprano acaba de convencerme. Mañana volverá la cuadrilla de rumanos a terminarme la reforma total del baño. Y no es plan de que me encuentren profundamente dormida, cual Bella Durmiente madrileña. Así que tendré que renunciar a estas musas que esta noche decidieron visitarme, ponerme el camisón, e irme a dormir como si fuera una niña buena. Qué pena...
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3 comentarios:
LA VERDAD ES QUE SI ES UNA PENA.. A VECES DEBERIAMOS DE TENER LA CAPACIDAD DE TENER TIEMPO PARA NOSOTROS CUANDO QUERAMOS Y NO CUANDO PODAMOS... ESPERO QUE DESCANSES... BUENA NOCHE.. CYE
la verdad es que es una lastima.. deberiamos de tener la ccapacidad de tener tiempo para nosotros cuando queramos y no cuando podamos.. pero bueno asi son las reglas, cierto?? Espero que descanses.. ten buena noche.
Creo que no renunciaste a las musas; yo las veo por todas partes en este cachito poético que dejaste antes de la tormenta.
Un besote.
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