No entiendo nada cuando mi mundo se vuelve patas arriba. Cuando me acosan por todos lados. Cuando me sacan las vísceras y se quedan tan tranquilos. No entiendo nada. Cuando me vapulean hasta los que creía amigos, y se ensañan con mis despojos. No entiendo nada. Me siento enferma y sólo quiero esconderme en el rincón más oscuro y solitario. Como un gato herido.
(cuanto más conozco a las personas más amo a mis gatos)
3 comentarios:
Me duele ese ojo arañado. Me duele mirarlo. Un abrazo, sin arañazos.
Seamos como los gatitos, simplemente.
Miau.
Indigo, más me duele a mí...
Juan Antonio, si pudiera ser feliz e indocumentada como un gato...
gracias a los dos
Publicar un comentario