Mis dedos bajan por tu cuello.
...
Se posan en tu pecho.
...
Sienten tu latir alocado.
...
Empujan despacio.
...
Se hunden en la carne fresca.
...
Atraviesan piel y huesos.
...
Penetran hasta el corazón.
...
Que sigue latiendo.
...
Lo agarran con fuerza.
...
Y aprietan, y aprietan.
...
Hasta que el latido cesa.
...
Y la sangre mancha mis dedos.
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