Incumplí mi promesa
y volvieron los recuerdos
y volvieron los fantasmas.
Como si estuvieran en la habitación
y en mi cama.
Volvió la voz, la piel,
los gestos, la mirada.
Volvió el dolor navegando
por mis entrañas.
(¿Por qué no le hice caso cuando me dijo "no tienes que echarme de menos"?)
2 comentarios:
el corazón no sigue consejos humanos, sólo funciona. Besos
Conviértete en asesina: mata a los recuerdos y echa a andar, aunque tengas que resucitar y renacer de tus propias cenizas, como Lázaro.
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