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lunes, 23 de febrero de 2009

Deseo

Piel contra piel, labio contra labio.
....
Batalla campal sobre una manta.
....
Descontrol total de besos y mordiscos.
....


Hasta llegar a la cima.
....
Respiración pesada, tu corazón palpitante en mi espalda.
....
Noto tu peso. Noto tu aliento.
....
El tiempo se para.
....
No pienso, sólo siento.
....
Desmenuzada entre las sábanas.
....
Desintegrada entre tus labios.

sábado, 21 de febrero de 2009

TE DESEO (De Victor Hugo)

Te deseo primero que ames,

y que amando, también seas amado.

Y que, de no ser así, seas breve en olvidar

y que después de olvidar, no guardes rencores.

Deseo, pues, que no sea así, pero que sí es,

sepas ser sin desesperar.


Te deseo también que tengas amigos,

y que, incluso malos e inconsecuentes

sean valientes y fieles, y que por lo menos

haya uno en quien confiar sin dudar.


Y porque la vida es así,

te deseo también que tengas enemigos.

Ni muchos ni pocos, en la medida exacta,

para que, algunas veces, te cuestiones

tus propias certezas. Y que entre ellos,

haya por lo menos uno que sea justo,

para que no te sientas demasiado seguro.


Te deseo además que seas útil,

más no insustituible.

Y que en los momentos malos,

cuando no quede más nada,

esa utilidad sea suficiente

para mantenerte en pie.


Igualmente, te deseo que seas tolerante,

no con los que se equivocan poco,

porque eso es fácil, sino con los que

se equivocan mucho e irremediablemente,

y que haciendo buen uso de esa tolerancia,

sirvas de ejemplo a otros.


Te deseo que siendo joven no

madures demasiado de prisa,

y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,

y que siendo viejo no te dediques al desespero.

Porque cada edad tiene su placer

y su dolor y es necesario dejar

que fluyan entre nosotros.


Te deseo de paso que seas triste.

No todo el año, sino apenas un día.

Pero que en ese día descubras

que la risa diaria es buena, que la risa

habitual es sosa y la risa constante es malsana.


Te deseo que descubras,

con urgencia máxima, por encima

y a pesar de todo, que existen,

y que te rodean, seres oprimidos,

tratados con injusticia y personas infelices.


Te deseo que acaricies un perro,

alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero

erguir triunfante su canto matinal,

porque de esta manera,

sentirás bien por nada.


Deseo también que plantes una semilla,

por más minúscula que sea, y la

acompañes en su crecimiento,

para que descubras de cuantas vidas

está hecho un árbol.


Te deseo, además, que tengas dinero,

porque es necesario ser práctico,

Y que por lo menos una vez

por año pongas algo de ese dinero

frente a ti y digas: "Esto es mío".

sólo para que quede claro

quién es el dueño de quién.


Te deseo también que ninguno

de tus defectos muera, pero que si

muere alguno, puedas llorar

sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.


Te deseo por fin que, siendo hombre,

tengas una buena mujer, y que siendo

mujer, tengas un buen hombre,

mañana y al día siguiente, y que cuando

estén exhaustos y sonrientes,

hablen sobre amor para recomenzar.


Si todas estas cosas llegaran a pasar,

no tengo más nada que desearte.



viernes, 20 de febrero de 2009

Huracán


Llegas, me muerdes, me subes, me entras, me sacas, me atas, me arrasas.

Y te marchas.





lunes, 16 de febrero de 2009

Lágrimas inodoras

Cluny se acerca a mi cara y olfatea el líquido que me sale de los ojos. Como no le huele a nada, se aburre y se va a comer su pienso, que huele y sabe mucho mejor.

Yo me quedo con el sabor salado en los labios.


sábado, 14 de febrero de 2009

Tomates

De niña, mi padre cultivaba tomates. Y pimientos y judías y patatas y melones y sandías y lechugas y habas y guisantes y cebollas y ajos y puerros y...
La lista es larga.

Su huerto era fértil y amplio. Sus tomates eran tan buenos que hasta los vendía a la gente de las "parcelas" cercanas (así se llamaba a los chalets que contruyeron los que venían de la gran ciudad).

Yo jugaba como niña que era entre surcos y regueros. Y a veces ayudaba a recolectar el fruto de tanta planta. Hasta intenté imitar a mi padre y crear un minihuerto, que resultó ser un desastre total.

Y mi padre siguió cultivando en su huerta toda la vida, hasta que enfermó.

Hoy mi padre ya no está. Desde hace tres años. Y el fértil huerto es una tierra plagada de ortigas y duros terrones.

Así que hoy, en su honor, he comprado semillas de tomates. Y de cebollas. Las plantaré en la poca tierra fértil que queda en la casa del pueblo, en el pequeño jardín. Y si llegan a prosperar y tienen fruto y todo, me sentiré orgullosa y digna sucesora de mi padre. Y si no, también.

Y escribiré algo, cómo no.




Si me quieres, quiéreme entera

(de Dulce María Lyonaz)

"Si me quieres, quiéreme entera,

no por zonas de luz y sombra...

Si me quieres, quiéreme negra

y blanca. Y gris, y verde y rubia,

y morena...

Quiéreme día,

quiéreme noche...

¡Y madrugada en la ventana abierta!...

Si me quieres, no me recortes:

¡Quiéreme toda... O no me quieras!"


(sobre su obra)




miércoles, 11 de febrero de 2009

Olor a Marzo

Hoy huele a Marzo.
Huele a hierba.
A flor de romero.
A días cada vez más largos.
A puestas de sol enrojecidas.
A sangre que se renueva.
A sangre que se altera...
Que se altera demasiado.

Huele a vida que empieza.




7007

En mi contador de visitas aparece esta noche un simétrico 7007.

Si supiera quién ha sido, le daría un premio a mi visitante número siete mil siete.

Nunca, en mi solitaria infancia y adolescencia, pude soñar con que más de siete mil personas (o menos, pero repetidas veces) leyeran mis escritos. Y encima reincidieran.

Me siento afortunada.

Qué hubiese sido de mí sin las nuevas tecnologías...

Gracias a todos.


martes, 10 de febrero de 2009

Pozo















Avanzo veloz por la acera de mi calle.
Los coches pasan despacio a mi lado, buscando aparcamiento.
Suenan las sirenas y las bocinas.
Me quito los guantes y saco las llaves frías.
Abro mi portal como quien se mete en un pozo negro.
Fuera la luz, dentro la oscuridad.
Un olor a humedad y moho me recibe alegremente.

Mis ojos tardan en acostumbrarse a la penumbra.
Mi voz retumba en la estrecha cavidad.
Mis manos recorren las paredes para guiarme, rozando el verdín viscoso y húmedo y suave.

Mi objetivo, llegar a la cama, blanda, fría, cubierta de musgo. Tan acogedora.

Tus tentáculos me están esperando ansiosamente.



sábado, 7 de febrero de 2009

Luna casi llena


Hacía mucho que no le dedicaba una entrada a mi querida luna llena. Hoy la he visto, envuelta en nubes, tímida y solitaria, fría y húmeda como estos días de largo largo invierno. Casi llena.
Es una luna rodeada de escarcha, arropada por nubes, tiritando en medio del espacio.


miércoles, 4 de febrero de 2009

Soledad Entretenida: Belén Reyes

Acabo de descubrir a esta poeta. Sin palabras.

Por supuesto que es posible
pegarse un tiro,
volverse loco,
olvidar de golpe al ser amado.
Arrancarse el alma,
vivir muerto,
follar por follar,
beber con asco.


Es posible todo y no hay límites.
Descojonarse de risa en un entierro.
Criticar a la familia en un bautizo.
Casarse porque el chico es muy muy majo.


Es posible que la vena pida a gritos
otro pinchazo más,
otro milagro.
Es posible meterse a puta un día
para comprarle al hijo unos zapatos.
Es posible matar en circunstancias...
asfixiarse en un beso,
rezar acariciando el cuerpo amado.


Es posible todo y no hay límites.
Lo imposible es que haya gente que aún merienda

su mentira de pan con miermelada,

su leche calentita y sus dos valium.


Soledad Entretenida: Belén Reyes




Lluvia y escarcha


Llueve.
Y llueve.
Y llueve.
Y mi tuétano se enmohece.

Escarcha.
Y escarcha.
Y escarcha.
Y se me congelan los labios.

Graniza.
Y graniza.
Y graniza.
Y me salen chichones en los huesos.